¿En qué casos conviene usar injertos en bloque y no particulados?
En el campo de la cirugía regenerativa, elegir el tipo de injerto adecuado puede marcar la diferencia entre un tratamiento exitoso y uno comprometido. Dos de las opciones más comunes son los injertos en bloque y los injertos particulados. Aunque ambos tienen su lugar en la práctica clínica, existen indicaciones específicas que hacen que uno sea más recomendable que el otro dependiendo del caso.
Este post está diseñado para ayudarte a entender cuándo conviene optar por injertos en bloque y qué ventajas pueden ofrecer frente a los particulados en escenarios complejos de regeneración ósea.
Diferencias clave entre injertos en bloque y particulados
Un injerto en bloque consiste en una pieza de hueso, generalmente autógeno, que mantiene su estructura tridimensional. Por su parte, un injerto particulado está compuesto por fragmentos pequeños de hueso, ya sea autógeno, alogénico o sintético, que se adaptan a defectos más irregulares y se compactan en la zona a regenerar.
Ambas opciones pueden integrarse correctamente si se ejecutan con la técnica adecuada, pero la elección del tipo de injerto dependerá de varios factores, como el tipo de defecto óseo, el tiempo disponible para la integración y el objetivo final del tratamiento.
Cuándo elegir un injerto en bloque
Los injertos en bloque son especialmente indicados en situaciones donde se requiere una reconstrucción ósea significativa y precisa. Estos son algunos escenarios en los que se recomienda optar por esta técnica:
- Defectos horizontales severos: Cuando hay una gran pérdida de espesor en el reborde alveolar y se necesita una ganancia predecible de volumen.
- Defectos combinados (horizontales y verticales): En casos más complejos donde se necesita soporte tridimensional.
- Rehabilitaciones con prótesis fijas: Cuando el volumen óseo es clave para garantizar la estabilidad y estética de la futura rehabilitación.
- Necesidad de mayor estabilidad primaria: El bloque proporciona una estructura rígida que favorece la estabilidad inicial y permite una cicatrización dirigida.
El uso de bloques autógenos obtenidos de la línea oblicua externa o de otras zonas intraorales sigue siendo el gold standard por su biocompatibilidad y alta tasa de osteointegración. Sin embargo, el manejo quirúrgico requiere mayor destreza, y el control del cierre primario es fundamental para evitar complicaciones.
En qué casos se prefieren injertos particulados
Los injertos particulados, al ser más moldeables, se utilizan principalmente en defectos de menor complejidad o en zonas donde el ajuste tridimensional no es tan crítico. Se recomiendan cuando:
- Hay defectos menores o irregulares que necesitan rellenarse sin requerir una estructura definida.
- Se combina con membranas y técnicas de ROG.
- Se requiere una regeneración más rápida, ya que los fragmentos pequeños tienen mayor superficie de contacto para revascularizarse.
- Se prefiere una intervención menos invasiva.
En muchos casos, también se combinan ambas técnicas: se utiliza un injerto en bloque para dar forma y volumen, y se añade particulado para rellenar los espacios o mejorar la integración en zonas adyacentes.
Formación para dominar ambas técnicas
Para dominar la elección, colocación y manejo de injertos en bloque y particulados es esencial contar con una base sólida tanto teórica como práctica. En Core Surgical lo sabemos, y por eso incluimos estos procedimientos en nuestros cursos más avanzados de cirugía regenerativa.
En el Modular de perfeccionamiento en cirugía regenerativa, no solo aprenderás la técnica paso a paso, sino que practicarás sobre modelos reales:
- Obtención de bloque autógeno con piezoeléctrico.
- ROG con injertos particulados y membranas de colágeno.
- Técnica de «salchicha» con cierre sin tensión.
Además, contarás con un equipo docente experto que te acompañará en la planificación y resolución de casos clínicos reales.
Conclusión
Elegir entre injertos en bloque y particulados no es una decisión trivial. Requiere comprender las limitaciones del caso, la anatomía del paciente y los objetivos restauradores. La experiencia del clínico y su formación continua son clave para tomar decisiones acertadas.
Si quieres perfeccionar tus conocimientos en regeneración ósea y aplicar estas técnicas con seguridad y criterio, en Core Surgical tenemos la formación que te llevará al siguiente nivel.